Cuando hablamos de la educación de los niños, todos confiamos en que los educadores los guíen, les transmitan valores y desde luego que se desarrollen en un ambiente que garantice su salud y donde sean felices.

En Bayer, nuestro equipo gerencial está acostumbrado a liderar y fomentar el trabajo en equipo, pero también son conscientes de las realidades que se viven fuera de la organización en nuestra región. “Sabemos el impacto que las acciones solidarias pueden generar en la vida de los más pequeños de nuestras comunidades  y cómo pueden influir para que a futuro sean personas responsables y comprometidas con su entorno”, expresó Christian Meyer, Presidente de Bayer en Países Andinos, Centroamérica y El Caribe.

Bajo el lema “¡La tarea es de todos!”, nuestros voluntarios se trasladaron a la localidad de ciudad Bolívar, Barrio Casuca en Bogotá, para compartir con 25 niños, con edades entre los 8 y 12 años, niños que pertenecen a familias de bajos recursos, con madres que valientemente son la cabeza de hogar y donde se vive muchas veces el abandono y otras duras realidades presentes en nuestra sociedad.

Gracias a la alianza con la organización sin fines de lucro, United Way en Colombia y a una inversión de $5.250.000 pesos colombianos ($1.300 USD aproximadamente) se realizaron actividades para compartir y aprender sobre las acciones que nos ayudan a cuidar nuestro cuerpo y nos permiten ser saludables, conocer la importancia y beneficios de los alimentos y cuáles se necesitan para crecer saludables, entendiendo las distintas dinámicas económicas que viven nuestros niños. También realizaron collages para reconocer la pertenencia a un grupo, ser capaz de comprender a los otros y aprender la importancia de los valores y la autoestima.

"Actividades como las que realizamos nos permiten observar el entorno en que vivimos con una perspectiva amplia, ver la diversidad en la práctica y vivir con el objetivo claro de que todos podemos contribuir", menciona Jarko Vlasak, Gerente de Recursos Humanos.  

Y desde luego, no podían faltar los juegos para motivarlos a compartir, teniendo presente el valor del respeto, invitando a la integración, la confianza, la concentración y el trabajo en equipo.

“Personalmente, la actividad con los niños generó un impacto en mí. Para algunos niños era la primera vez que utilizaban un ascensor, es increíble, algunas veces olvidamos lo bendecidos que somos en nuestras vidas. Me encantó que pude compartir un poco sobre Alemania y los niños estaban súper interesados en el idioma, el país y en saber si todos los alemanes eran como Christian y yo”, manifestó Daniela Petig, Gerente General del Centro de Servicios Compartidos de Bayer en Costa Rica.