Bogotá, marzo de 2025- Las complicaciones renales, cardiovasculares y visuales causan cada vez más preocupación en los pacientes diagnosticados con diabetes y otras afecciones. La enfermedad renal crónica (ERC) es un problema de salud pública a nivel mundial. La prevalencia de la ERC ha aumentado en un 30% en la última década, impulsada principalmente por el aumento en la incidencia – prevalencia de diabetes mellitus (DT) y la hipertensión arterial (HTA).
1. ¿Tiene diabetes?
La presencia de niveles elevados de glucosa en sangre, como sucede en la diabetes, puede generar daños en diferentes órganos. Se estima que aproximadamente un tercio de los pacientes con diabetes tipo 2 desarrollarán enfermedad renal diabética (ERD), y adicionalmente puede provocar o agravar otras afecciones como la hipertensión arterial2. La HTA también puede ser una consecuencia de la ERC y a su vez un factor que ayuda al mayor deterioro de la función renal3.
Un estudio realizado por Ipsos, Bayer y la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión (SLANH) en Brasil, México, Colombia y Argentina evidenció que el deterioro de la función renal está presente en el 30% a 50% de los pacientes con Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2)4.
2. ¿Cómo están sus hábitos saludables?
Si cuenta con alguno de estos factores de riesgo o hábitos de vida, es importante llevar un control adecuado sobre su salud renal:
Tener presión arterial alta o enfermedad cardiocerebrovascular establecida (infarto del miocardio, enfermedad cerebrovascular, falla cardiaca, fibrilación auricular, etc).
Tabaquismo activo (incluídos vapeadores y cigarrillos electrónicos).
Presentar obesidad.
Tener antecedentes familiares de enfermedad renal.
Tener conocimiento de anormalidades en su estructura renal y de vías urinarias (riñones únicos, poliquistosis renal, etc).
Tener más de 60 años.
Antecedente de uso frecuente de medicamentos que pueden dañar los riñones (Antiinflamatorios no esteroideos, inhibidores de bomba de protones, suplementos no formulados por sus médicos tratantes).
“El paciente tiene un gran rol en evitar la aparición y progresión de su ERC a través del autocuidado. La DT, HTA y ERC son enfermedades con las que el paciente puede vivir con relativa “normalidad”, pero cuando comienzan los síntomas se pueden convertir en una carrera contra el tiempo que pone en riesgo la calidad de vida e integridad de los pacientes” afirmó el Dr. Juan Diego Montejo, presidente de la Asociación Colombiana de Nefrología e Hipertensión Arterial (ASOCOLNEF).
3. ¿Su visión está bien?
El daño a los vasos sanguíneos, tanto en los riñones como en la retina, puede resultar en una regulación inadecuada de líquidos y electrolitos, contribuyendo al edema.
“La enfermedad renal crónica, al ser una enfermedad silenciosa, los pacientes no se dan cuenta de que tienen problemas renales hasta que la enfermedad está avanzada o compromete sus ojos con visión borrosa u opaca. La retinopatía diabética puede ser un indicador de la salud vascular general del paciente, lo que incluye su función renal” afirmó Silvia Rey, asesora médica senior para temas cardiorrenales en Bayer.
4. ¿Sufre del corazón?
Las personas que tienen problemas con sus riñones a menudo también tienen otros problemas de salud, como el riesgo de enfermedades del corazón. Esto puede hacer que se enfermen más a menudo o incluso que tengan problemas graves. Además de estos problemas comunes, hay otros que no son tan conocidos, como el aumento del tamaño del corazón, que puede hacer que su salud empeore aún más. Según la National Kidney Foundation “Cuando uno está afectado, el otro también. En otras palabras, el corazón puede afectar a la salud de los riñones, y los riñones pueden afectar a la salud del corazón.”5
5. ¿Tiene estos síntomas?
En etapas tempranas la enfermedad renal crónica puede no presentar signos y síntomas. Es posible que tenga ERC y desarrollar síntomas solo cuando la afección esté avanzada. Dependiendo de su gravedad, la pérdida de la función renal puede causar:
Náuseas
Vómitos
Pérdida de apetito
Fatiga y debilidad
Problemas de sueño
Micción más o menos abundante
Disminución de la agudeza mental
Calambres musculares
Hinchazón de pies y tobillos
Picazón y sequedad de la piel
Presión arterial alta (hipertensión) que es difícil de controlar
Falta de aire, si se acumula líquido en los pulmones
Dolor en el pecho, si se acumula líquido en el revestimiento del corazón6